INTERVENCIÓN PREVENTIVA INFANTIL
Muchos padres actualmente tienden a pensar que llevar a su hijo al Psicólogo infantil es sólo para casos extremos o que impliquen supuestas patologías. A su vez tienen la creencia de que las consultas a dichos especialistas se realizan a partir de cierta edad.
Por éste motivo un gran número de padres no sienten la necesidad, ni consideran la ayuda de dichos especialistas, y piensan que ésta opción es algo de último recurso, cuando se sienten desbordados o se produce algún síntoma evidente que no pueden resolver “en casa”.
En la actualidad, ésta vieja modalidad está quedando caduca, dejando paso a una nueva visón “preventiva” de la salud en la infancia. El nuevo rol del especialista infantil, ya no está reservado para la “cura” sino que su función está orientada a la prevención y a la promoción de salud. Ésta nueva modalidad de intervención temprana, está siendo impulsada por los países más desarrollados, implementando programas en dicho sentido, con resultados muy positivos.
Las investigaciones acumuladas en las últimas décadas sostienen y reafirman que las intervenciones realizadas en los primeros años de vida, atención que se inicia desde la gestación, neonatos, lactantes, bebés y niños, nos indican que dichas intervenciones son más puntuales y de menor tiempo y generan resultados muchos más favorables y sostenidos que las intervenciones clínicas realizadas a niños y niñas más grandes o adolescentes.
La Intervención Preventiva Infantil es una intervención focal y breve, que tiene por objetivo reestablecer el equilibrio funcional del sistema familiar, ayudando a resolver el “conflicto” que está impidiendo la “autorregulación” saludable del sistema.
El objetivo de análisis y de evaluación se centra en el “cómo” de la relación que se produce al interior del sistema; mamá-papá-hijo/a. Luego de un análisis y una evaluación pertinente por el equipo de especialistas, se pasa a la fase de la “intervención preventiva”, que tiene por objetivo ayudar a reestablecer la función comunicativa y psicoafectiva de la relación (vínculo de apego), así como recuperar espacios y atmósferas saludables y ecológicas en estos sistemas esenciales, que favorezcan un proceso madurativo óptimo.
El proceso conlleva una serie de pasos:
• 1ª Paso : Entrevista en profundidad sólo con los padres del niño/a para conocer y entender el motivo de consulta (repasar la historia de la relación con su hijo/a desde el embarazo).
• 2° Paso: Evaluación del sistema familiar en una sesión realizada en un espacio preparado con elementos de psicomotricidad, dinámicas lúdicas e interactivas.
• 3° Paso: Devolución situacional y propuesta de encuadre y plan de tratamiento realizada a los padres.
• 4° Paso: El encuadre elegido dependerá de múltiples variables, según la edad y cada caso particular. Las sesiones generalmente serán en espacios preparados, pudiendo requerir la interacción de uno u ambos padres para realizar ciertas técnicas o dinámicas con una finalidad terapéutica, así como sesiones donde el especialista este sólo con el niño/a.
• 5° Paso: En caso de ser necesario, se complementará el proceso con sesiones individuales con algunos de los padres o con ambos, para elaborar más en profundidad
aspectos personales que pudieran estar influyendo en el “conflicto” que estemos trabajando.
El proceso aprendido se continúa trabajando en casa, siguiendo unas directrices elaboradas durante el mismo, y contando con el apoyo y la evacuación de dudas vía mail o vía telefónica, durante el proceso de la intervención.